41

Me senté en mi tienda, mis pensamientos girando con incertidumbre. Había estado fuera durante meses, buscando a las chicas desaparecidas y ahora me enfrentaba a un desafío aún mayor: mi inminente matrimonio con Ava. El futuro del Clan del Río Azul estaba en juego y sentía el peso de esa responsabili...

Inicia sesión y continúa leyendo