67

La perspectiva de William

Ava cerró los ojos, tomando una respiración profunda y temblorosa. —¿Puedes quedarte conmigo? No quiero estar sola.

Sonreí, acariciando suavemente su mano con mi pulgar. —Por supuesto, amor. Me quedaré contigo todo el tiempo que necesites.

Después de un rato, sentí la ne...

Inicia sesión y continúa leyendo