Capítulo 49

Álvaro miró al jefe, arrugó el ceño, se puso de pie y fue hasta el bar a servirse un whiskey, todo con una calma estudiada, bebió un sorbo y volvió a sentarse.

–A ver si entendí bien, yo debo callarme, soportar a los idiotas que trabajan contigo con sus malas bromas diciéndome novato y tr...

Inicia sesión y continúa leyendo