Capítulo 34: ¡Destruyendo a los Anderson!

El hombre golpeó la mesa de café con las manos enfurecido, derramando el café en el proceso cuando escuchó la declaración de Ryan. Pero no le prestó atención, en su lugar, miró a Ryan con frialdad en los ojos y bramó.

—¡No te pases, Ryan! Recuerda que también eres un Anderson.

El disgusto apareció...

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