81. Verdadero o falso

Selena

—¡Y mira esta luna creciente roja en su cuello! —exclamó Madre, con los ojos fijos en el lugar donde mi cuello se unía a mi torso.

No podía ver a qué se referían, pero el asombro en sus ojos me hizo darme cuenta de que esta marca era algo especial. Y podía sentir el poder y la fuerza en m...

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