CAPITULO 34

Lucían salió del café, encendió su auto y se alejó. Mientras conducía, al pasar frente a una tienda departamental de artículos para bebés, pisó el freno de repente y encontró un lugar para estacionar.

Dentro de la tienda, un empleado lo vio entrar y de inmediato lo saludó:

—Bienvenido, señor... ¿Hay...

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