Capítulo 121

Ava

El rostro sombrío del forense hizo poco por aliviar el nudo de temor en mi estómago mientras se acercaba, quitándose los guantes de látex con un suave chasquido. Chris y yo nos pusimos de pie, retorciendo nerviosamente nuestras manos.

—¿Y bien? —preguntó Chris, con voz baja—. ¿Qué sabemos?

La...

Inicia sesión y continúa leyendo