Capítulo 188

El coche traqueteaba por la carretera, el único sonido era el de las ruedas girando contra la grava. Chris, sentado a mi lado, me apretaba la mano con fuerza.

—¿Estás bien?

Me sobresalté un poco con su toque, pero asentí rígidamente. Alrededor del coche, por todos lados, había una espesa y opresiv...

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