Capítulo 242

—¡Chris! ¡Despierta! ¡Chris!

Mis ojos se abrieron al sonido de la voz de mi hermana. Sobre mi cabeza, las hojas se mecían suavemente con la brisa de verano, pequeños charcos de luz moteada nadaban sobre la hierba exuberante. Había estado dormitando, y el sueño que había tenido era tan... extraño.

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