Capítulo 51

Ava

Tropecé al entrar por la puerta principal de mi cabaña, cerrándola de un portazo que resonó por las paredes. Las lágrimas me ardían en los ojos y corrían libremente por mis mejillas, dejando rastros ardientes de vergüenza y humillación que no mostraban signos de detenerse pronto.

Repulsiva. Br...

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