Capítulo 46.

Tan pronto como llegamos a mi casa, él me ayuda con las bolsas, y Morgana le pide al conductor y al jardinero que nos ayuden. Llevamos todo a uno de los dormitorios.

— ¿Tienes hambre? — Mi estómago ruge.

— Sí, las compras nos han agotado. — Digo pasando mi mano por mi vientre, lo cual ya era habit...

Inicia sesión y continúa leyendo