La bondad de Aurora

—Miren quien volvió, la lunática de Helen, —bebía una copa, los hielos se agitaban vigorosos en las paredes de cristal. Ella sonreía con la cabeza inclinada a un lado y para mí era mejor evitarla y seguir adelante. Se paró de en medio del sofá en que se encontraba sentada y se puso junto delante de ...

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