Capítulo 14: «No me esperes».

Mi cabello, aún húmedo de la ducha de esa noche, dejó un rastro oscuro y mojado sobre la alfombra de felpa en la sala de estar de mi apartamento en Kalsa, donde Paola pasaba la mayor parte de su tiempo por la conveniencia de estar siempre más cerca del centro, para resolver la logística de mi negoci...

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