Capítulo 39: «¡Vence!»

Mis ojos no se han despegado de su cuerpo desde el momento en que Beatrice dejó esa mesa, satisfecha. El amargo sabor de la derrota bajó por mi garganta, no tanto por mi ego como por las consecuencias de la victoria de Beatrice.

Nunca he sido de los que se echan atrás en los acuerdos, pero todo lo ...

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