Capítulo 72

A la mañana siguiente, me desperté con el sol cegándome a través de las persianas abiertas. Sin embargo, no me importó.

¿Cómo podría importarme cuando la vista fuera de mi ventana era de agua azul cristalina y arena blanca perlada?

Deseaba poder despertarme con una vista así para siempre. Supongo ...

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