Capítulo 20

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad de súplicas y miradas de cachorro por parte de las niñas, Alaric soltó un suspiro resignado.

—Está bien— murmuró, mirando por la ventana de la cabaña.

—¡Yay!— Zoe y Ella vitorearon, aplaudiendo con deleite.

No pude mantener mi expresión completa...

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