Capítulo 53

Elara

Los labios de Alaric eran cálidos, firmes y sabían tan oscuros y ricos como el whisky especiado. Por un momento, sentí que el mundo se había desplazado, inclinándose hacia algo más suave—algo que tenía sentido. Podía sentir su corazón latiendo a través de su camisa, el pulso constante atrayén...

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