Capítulo cuarenta

Capítulo Cuarenta

No lo vi por unas horas, pero inmediatamente se puso más feliz. Sus dos manos se metieron en los bolsillos de sus pantalones.

—S-Solo estoy en la playa. Me quedé dormido. >/< —Pude sentir mi cara calentándose y por eso me agaché de inmediato. Es vergonzoso si me ve sonrojada por ...

Inicia sesión y continúa leyendo