Capítulo 248

En el siguiente ensayo, Susie aún no había salido de su habitación. Cuando la visité, ni siquiera se había levantado de la cama. Estaba inconsolable, siempre llorando y perdida en sus pensamientos. La abracé con fuerza, le dije que era mi querida amiga y que estaría allí para ella sin importar qué, ...

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