Capítulo 301

Verónica y yo nos sentamos a ambos lados de Julián en el sofá de la terraza. Verónica sostenía la bolsa de hielo que había traído de la cocina sobre la cabeza de Julián, aunque él insistía continuamente en que no era necesario.

—Tu cabeza podría hincharse —dije.

—No necesitamos que te crezca más l...

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