122: El punto de vista de Ada

La antigua dama, ahora simplemente Elizabeth Jane, parecía enferma.

Su cabello —que alguna vez fue una larga, fluida y brillante melena dorada— era un desastre enmarañado en la nuca. Sus ojos estaban hundidos, con ojeras debajo de ellos. De alguna manera, parecía haber perdido el ochenta por ciento...

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