CAPÍTULO VEINTICINCO

Gemí y apoyé la cabeza contra la silla por la molestia, todavía no puedo pensar en una manera de vengarme de ellos por lo que le hacen a Colby y a mí.

—¿Estás bien? —preguntó Kate.

—Sí, lo siento, estoy tratando de encontrar la manera de ser más ruda y volverme más fuerte —expliqué.

—Hazte un tat...

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