CAPÍTULO CUARENTA Y NUEVE

—Vaya, ahora sí puedo ver el parecido.

Me reí para mis adentros por un momento, olvidando leer la situación.

—¿Esto te parece una maldita broma, chico? —El hombre caminaba alrededor de la mesa para llegar a mí, pero Jason ya estaba entre los dos antes de que yo diera un paso.

—Esto es todo cosa d...

Inicia sesión y continúa leyendo