CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO

Levanté la pierna y pateé la puerta de metal, haciendo que se estrellara contra la pared detrás de ella. El sonido resonó rebotando en las paredes mientras nos apresurábamos a entrar en la habitación. Estaba oscuro, así que encendí la luz, manteniendo mi arma apuntada hacia el centro de la habitació...

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