El libro

Alexia luchó contra el impulso de moverse incómoda y se obligó a mantenerse tranquila. Desde su posición, Enzo podía ver lo que Alexia veía. Apretando la mandíbula, luchó contra el impulso de apartar a la reina. Frunció ligeramente el ceño antes de que la máscara imperturbable que mostraba volviera...

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