Capítulo 41

Me senté durante una hora más y entonces lo vi. Se movió tan rápido que casi no lo atrapé. Parecía un destello de luz.

—¡Ahí! —grité, mirándolo.

—No lo pierdas de vista —dijo ella con severidad.

—¿Cómo se supone que haga eso? ¡Es casi imposible seguirle el rastro! —dije en pánico total.

—Cuanto ...

Inicia sesión y continúa leyendo