Capítulo 57

Cuando la neblina de la fiebre en mis ojos se aclara, incluso alcanzo a ver un lobo entre los árboles a unos pocos pies frente a mí. Pero no es un lobo común. Parece más un espíritu, pálido y parpadeante, y desaparece tan pronto como lo noto. Así que es algún tipo de magia lo que me guía hacia adela...

Inicia sesión y continúa leyendo