capítulo: ¿Acaso te has enamorado de mí?

— ¿Qué haces? —intenta zafarla— ¿A dónde me lleva?

—Deja de gritar, que no te voy a matar. No grites porque vas a llamar la atención.

—Pero... suéltame, no tienes por qué agarrarme como si fuera una niña pequeña.

—Lo eres —responde y abre una puerta que da acceso al sótano de la mansión.

—¡Ya basta!...

Inicia sesión y continúa leyendo