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El viento aullaba a través de los terrenos abandonados de la fábrica, enviando escalofríos por mi espalda. El aire olía a óxido y concreto húmedo, las luces de la calle parpadeaban débilmente, proyectando sombras inquietantes sobre el pavimento agrietado.

Debería haber pensado mejor en esto.

Mi co...

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