El último veneno

Galinn atrajo a Leoma hacia sus brazos y la besó tiernamente en los labios. Ella cerró los ojos, amando la manera en que él era tan gentil con ella. Sin darse cuenta, tocó su pecho con las palmas de sus manos y lentamente subió detrás de su cuello. Agarrando su cabello suavemente con una de sus mano...

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