Secuestrar a Leoma de nuevo

El Alp corría por el bosque, siguiendo el rastro de Leoma. Saltaba sobre árboles caídos, rompiendo ramas que se interponían en su camino. Sus ojos estaban rojos, sintiendo que el calor de Leoma se desvanecía. Sabía que uno de los guerreros estaba con ella porque había visto a los otros dos con los h...

Inicia sesión y continúa leyendo