El corazón de Alp

Alexios y Kalisto estaban de pie sobre el Alp, observando cómo la sangre brotaba de su cuello como una fuente de líquido rojo.

—Necesitamos su corazón, Alexios —dijo Kalisto mientras miraba a la asquerosa criatura tendida en el suelo—. Tiene que estar muerto. Kalisto usó su pie para patear al Alp d...

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