El punto de vista de Camilla continúa

—¡Maldito oso! Me estás lastimando.

Mi mirada baja al brazo de Tee, mis garras están clavadas en su piel. Rápidamente la suelto y escondo mis garras donde pertenecen, ocultas del mundo. —Lo siento mucho, Tee.

Ella me ofrece una sonrisa reconfortante. —Está bien, oso, me gusta la adrenalina que me ...

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