no somos compatibles

Taylor escuchó el sonido de una bocina de coche fuera de su casa, un sonido familiar.

—¿No es Gabriel?— pensó, una sonrisa iluminando su rostro. Era mediodía, y Taylor era el único en casa. Se levantó apresuradamente y fue a la puerta, lleno de emoción. Al llegar a la puerta y abrirla, sus expectat...

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