¿Necesito el permiso de alguien para besarla?

Dora había estado sonriendo con suficiencia a su molesto colega, disfrutando de cómo sus palabras afiladas parecían mermar su ego. Pero la siguiente frase de él la hizo congelarse a mitad de sonrisa. Su mente se quedó en blanco, y se quedó allí, atónita, mientras el peso de sus palabras se hundía en...

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