¡Bájame en el suelo! ¡Ayuda!

Necesitaba tiempo, más tiempo para sanar, tanto física como mentalmente. Pero con Austin siempre cerca, sentía que vivía al límite, siempre tensa y en guardia. Su presencia era abrumadora y no podía pensar con claridad.

Una vez que Austin se fue a pagar las facturas del hospital, Dora vio su oportu...

Inicia sesión y continúa leyendo