¿Esperas que duerma después de eso?

La tenue luz dorada de la lámpara de la mesita de noche proyectaba sombras suaves y parpadeantes en las paredes, envolviéndolas en un capullo de calidez. Afuera, la noche estaba tranquila, interrumpida solo por el ocasional susurro de las hojas contra la ventana. Pero dentro, dentro de las cuatro pa...

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