Eres... increíble

El punto de vista de Luther

El segundo en que los labios de Charlotte tocaron los míos, sentí como si algo en mí cobrara vida. Mi cuerpo se tensó con un hambre que ya no podía ignorar. La forma en que ella besaba, lenta, cálida, llena de anhelo, hacía imposible pensar. Rodeé su cintura con un brazo...

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