Feliz maldito cumpleaños

Mi arrebato fue recibido con un silencio gélido. Madre palideció. Casi se quedó sin aliento.

—Padre nunca te va a perdonar por lo que le hiciste. De la misma manera que yo nunca voy a perdonar a tu hija por lo que me hizo a mí. Ella lo va a lamentar. ¡Se los juro a ambos!

Estaba demasiado enfureci...

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