Cuida de ella

Paseaba por el porche delantero, girando nerviosamente mi teléfono en la mano. Era de mañana, y el aire suave rodeaba la mansión de Leo, dándole un poco de vida.

Aparte de los guardias, yo era el único aquí afuera. No había visto a Leo ni a Cheryl. Tenía curiosidad por saber cómo habían resuelto su...

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