Quédate conmigo

El silencio entre nosotros era pesado y tenso. Durante los primeros segundos, ella no tuvo ninguna reacción. Pero pude ver el dolor en sus ojos.

—Vince —tragó con una sonrisa rígida—. ¿No estás siendo un poco demasiado duro ahora? Ya me disculpé. Ya expliqué que no estaba tratando de herirla. ¿Por ...

Inicia sesión y continúa leyendo