Se la va a llevar

El número de Elena me llevó directamente al buzón de voz por milésima vez. Apreté el teléfono con fuerza, maldiciendo mi frustración y caminando de un lado a otro aún más rápido.

Mi ansiedad no dejaba de hacerme mirar el enorme reloj de pared. Era una hora pasada la medianoche. Ella aún no había vu...

Inicia sesión y continúa leyendo