Llamada telefónica sincera

LEO

—Bienvenido a casa, querido. Cheryl estaba en la puerta, abrazando mi cuerpo agotado. La sostuve cerca, inhalando un poco de su delicioso aroma. Me ayuda cuando estoy tan exhausto.

—Estaría muerto hace mucho si no te tuviera a ti para volver a casa.

Ella rió, golpeando mi espalda juguetonamen...

Inicia sesión y continúa leyendo