Rescatándola

Los vítores entusiastas acompañaron a Vanessa y a mí mientras bajábamos del podio. Ella estaba radiante y me besó en la mejilla antes de irse a encontrarse con sus amigas.

Estando solo por primera vez desde que comenzó la fiesta, mi mirada buscó a mi pequeña chispa. Se había levantado y chocado dir...

Inicia sesión y continúa leyendo