Morir de hambre

Los sonidos de pasos arrastrándose me despertaron de mi estado de reposo. No reposo, solo... agotamiento.

Las lágrimas rodaban por mis ojos mientras me sentaba lentamente. Mirando fijamente la puerta, estaba aterrada de quienquiera que fuera que entrara.

Han pasado días ya. He tenido visitas basta...

Inicia sesión y continúa leyendo