Ella es diferente

Estaba furioso mientras caminaba por el pasillo, dirigiéndome a mis aposentos.

Había un grupo de chicas limpiando el patio y me detuve. Rápidamente se arrodillaron al verme.

—Saludos, Maestro.

—Tú —señalé a la más corpulenta. Es una morena—. Sígueme.

Se levantó rápidamente y me siguió. Llegué a ...

Inicia sesión y continúa leyendo