Orgullo desgarrado

—¡Padre! —irrumpí en los serenos aposentos de Padre, lleno de furia—. ¡Padre!

Las criadas fuera de la puerta se inclinaron y estaban por decir algo. No tuve la paciencia para escuchar y simplemente las empujé a un lado.

—¡Padre! —entré, pero me detuve bruscamente—. Dios, lo siento mucho… —me giré ...

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