VINCE

—Elena.

La voz me despertó de mi pequeña siesta y me senté lentamente.

Ver mi mano todavía entrelazada con la de mi padre instantáneamente me trajo lágrimas a los ojos. Pero saber que había alguien más en la habitación me dio el valor para contenerlas.

Miré hacia arriba, esperando ver al doctor, ...

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