Tercera rueda

—Come más arroz, Vince —dijo Cheryl, llenando mi plato otra vez. Tomé un sorbo de mi jugo, esperando a que terminara.

—Sé que lo he dicho incontables veces, cariño, pero eres una cocinera increíble. En serio, eres perfecta —comentó Leonardo, con una sonrisa.

Estaba en su casa, almorzando con él y ...

Inicia sesión y continúa leyendo