Capítulo veintitrés

Will debería estar temblando. El miedo debería hacer que una capa de sudor cubriera su frente y, sin embargo, su mirada permanece confiada y divertida.

Como si supiera que Jay aparecería.

¿Qué demonios está planeando Will?

—El sucio gánster ha llegado. Qué bueno que te dignaste a aparecer —dice W...

Inicia sesión y continúa leyendo